¿Sabías que el agua del grifo también afecta el sabor de tus comidas?

Muchas veces nos preocupamos por los ingredientes, el tiempo de cocción o incluso el tipo de sartén… pero ignoramos un elemento clave: el agua. En Canarias, el agua del grifo puede contener pequeñas cantidades de cloro, metales o residuos que modifican el sabor natural de lo que cocinamos.

1. El arroz y la pasta no saben igual.

Si has notado que tus platos de arroz o pasta tienen un sabor algo metálico o extraño, el agua podría ser la causa. Usar agua filtrada hace que los sabores sean más limpios y naturales.

2. Tus infusiones pierden aroma.

El cloro en el agua puede enmascarar los aromas delicados del té, el café o las hierbas locales como el poleo.

3. Las verduras cocidas cambian de color.

El hierro y otros minerales en el agua pueden hacer que verduras como el brócoli, las zanahorias o las papas pierdan intensidad de color o se vuelvan opacas.

Consejo de chef:

Muchos cocineros profesionales utilizan agua filtrada incluso para hervir, cocer al vapor o preparar caldos. Es el primer ingrediente invisible en una receta bien hecha.

¿Qué puedes hacer?

Invertir en un filtro de agua doméstico no solo mejora tu salud, sino también la calidad de tus comidas y bebidas. Tu cocina lo notará... y tu paladar también.
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